jueves, septiembre 12, 2013

Moises Huascar Cabanillas Cubas - Poesía


Nació en San Pablo de Cajamarca – Perú, Octubre de1941, Profesor de Matemáticas, Escritor y Poeta, Participa en la XI Bienal de Poesía Premio Copé 2003, Participa en el II encuentro Regional Poetas del Kuntur Wassi, En la Provincia de San Pablo, el 06 y 07 de diciembre 2007, Participa en el I Festival Internacional "La Poesía Se Eleva”, realizado en Tacabamba-Chota-Perú, el 21, 22 y 23 de junio-2013. Dispone del poemario general llamado Memorias en la Escarpa y publicación de una Plaqueta, Albores de un Amanecer en Los Andes; es publicado parte de su poesía en revistas digitales, Crisol Literario - Cajamarca y una muestra de Poesía en la Web Revista Voces, Madrid-España, enero 2008.

AMANTE DE LA SOLEDAD
 
Que vuelva el alma a acariciar el alma
Como un vendaval acaricia la pradera
Que la soledad se haga más soledad
Para que la existencia sea placentera.
Que el solitario al anochecer vuelva a cantar
Su melodía lastimera
Como un enamorado no correspondido
Guardián del bosque
Con el corazón herido
Entonando alegorías que me han de recordar
La inmensidad de la inmensidad de mi olvido
Que nada espera
Y en la soledad de mi soledad
Que mi pena muera
En el arroyo
En el bosque
Y la pradera.
 
San Pablo de Cajamarca, 02 de julio del 2013
 
OCASO
 
En lecho de río
De rocas y arena,
Cual huéspedes peregrinos
Que petrificaron mi pena
Uniendo destinos.
 
Mis ojos velados
Retrataron anhelos,
Que moribundos transitan
A zancadas pesadas
De anciano o de niño.
 
Gravados serían
Grabados  eternos
De anhelos frustrados
En campos abruptos
De viejos recuerdos
De la vida en la muerte.
 
Recuerdos de niño
Recuerdos de joven
Lamentos de anciano
Que ya nada puede
Ni conformarse siquiera.
 
Sólo un día quisiera
Vivir de la vida
Por aburrida y austera
Por ajena y prestada
Por ausente y lejana.
 
Me cansa y hastía
Repetir los renglones
De falsas lecturas
Escritas a ciegas
Por necios profetas
Que ensucian la pluma
De algún detractor
Que manchó el pergamino
De un redentor
Para decir ahora
Para anunciar mañana
Que ya nada es nuevo
Que escrito está.
 
Es suerte ver las cosas
Con clarividencia
Y humorismo fatal
Que se burla del dolor
Uniendo los rayos
De un sol que se oculta
Tras un viejo horizonte
De un ocaso más.
 
Juntando una piedra
Escogida entre otras
Recogiendo un madero
Y contando en la arena
Del tiempo que paso
Grabadas en nada
Las grietas sangrientas
Dejadas al fin.
Magdalena, 2003
(De Poemario Memorias en la Escarpa – diciembre, 2003)
 
LA ÚLTIMA CENA
 
Tengo una vez más
Los codos puestos
Sobre una mesa vacía
Implorando esta noche
Aquello que he ganado
Como un reproche
A mi paciente espera
Desde un ayer lejano
Hasta hoy día
Llevar un pan a la boca
Es lo que nuestro anhelo
Por justicia invoca
Al ángel de la miseria
En creación divina.
 
¡Cuántas veces…
Con fe perdida!
Con la ansiada porfía
Y sollozos de mendigo
Estiré una mano temblorosa
Con la palma mirando al cielo
Esperando que el maná de la redención
Como promesa caiga al suelo
Para mitigar mi hambre
De los hijos de la creación
Hechos hombres perdidos
En el desierto del edén,
Sin ya la fruta prohibida
Expuestos a la desesperación
Y a un eterno desconsuelo.
 
¡Que larga es la distancia
De la tierra al cielo!
Que mi plegaria nunca llegó…
Eso pienso y hasta ahora espero,
La respuesta del creador
Y sentado junto a la mesa
De la última cena,
Aunque no recuerdo la primera
Siempre con los codos plantados
Observando fijo al mesero
El sacrificio del ser el último
Como pobre
Pudiendo ser como rico
El primero.
 
¿Quién inventó la pobreza
Y el credo de la injusticia
En el momento de repartir el pan?
Si son de la creación sus errores
O la torpeza del mesero
Que no sabe de la redención
Ni de quién, Ni de quién
Debe comer el Pan.
(De Poemario Memorias en la Escarpa – diciembre, 2003)
 
San Pablo de Cajamarca, 2003
DE RETORNO A CASA
 
Pido posada por esta noche
Para mi velatorio al final de mi jornada
No hago memoria al día de mi partida
Ni doy referencia del fatídico día
Que me quitara la vida
Y me ocasionara la muerte
Solamente te digo
Que el huracán invisible de la muerte
Siempre acaricia la vida de repente
Sorpresivo e indolente.
Voy de retorno a casa
Allí donde nací
Allí me espera mi madre
Y por igual mi padre
Amorosos siempre los dos
Aunque ahora muy dolidos.
En mi trayecto dejo a la mujer amada
Al igual que otros tantos de mi brigada
Que un día también sus deudos celebraron su funeral
Y para hoy fueron olvidados.
Te recuerdo que en el camino dejo a la mujer amada
La dejo sola, abandona
A su suerte
En la senda de la vida
Sin horizonte visible
En la noche oscura y desesperada.
Retorno sólo a casa
Te pide posada un cuerpo inerte
Que va de retorno a casa
A su antigua morada
No lleva glorias ni galardones
Victorias ni triunfos para compartirlos
No lleva nada.
Voy sólo y vacío
Anhelo llegar a casa
Te pide posada por esta noche
Este cuerpo inerte
Que ya no quiere nada
Tan solo desea llegar a casa
Mañana muy temprano
Como si fuera ayer
La hora de mi partida.
Mañana muy temprano por la madrugada
No me gustan los atardeceres
Que son lúgubres y sombríos como la muerte
Quiero llegar temprano
Muy temprano…
A casa.
 Dedicado a Ronal Vargas en su sensible Fallecimiento...
San Pablo de Cajamarca, 12 de julio del 2013
Derechos Reservados.
© Moisés Huáscar Cabanillas, 2013

1 comentario:

KAWSAYPACHI YACHACKUYKANCHI dijo...

Que bueno leer los versos de un Maestro como Huáscar Cabanillas Cubas, tuve al suerte de ser su alumno y desde esos tiempos 1987 lo admiro, supo enseñar la libertad verdadera, a no se sumiso y a ser uno mismo en todas las escalinatas de la vida y que por escabrosa que sea siempre se puede triunfar.

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